Si te gusta el vino blanco y quieres conservarlo correctamente, solo tienes que seguir las recomendaciones que te presentamos a continuación. ¡Toma nota!
Consejos eficaces para conservar el vino blanco
Hemos dividido la información en apartados para que te sea más fácil consultarla y para aclarar mejor los conceptos a desarrollar. Solo tienes que seguir estos consejos y ya verás que no se te resiste ninguna botella.
La posición de la botella
La mejor es siempre la horizontal, para que el vino esté en contacto con el corcho. Sin embargo, una vez que abras la botella, tendrás que cerrarla muy bien (con el mismo corcho o con un tapón específico) y colocarla en vertical para reducir la cantidad de oxígeno en contacto con el vino (lo que retrasará su oxidación). Recuerda consumirlo en menos de seis días para que su sabor siga siendo el mismo.
La temperatura
¿Te suena la frase «cuanto más fría mejor»? Pues, de aplicarla, es la peor alternativa que puedes elegir. El vino blanco ha de servirse a:
- Una temperatura de entre 5 y 7 grados (los blancos y espumosos).
- Entre 8 y 11 grados para los vinos jóvenes.
- Entre 10 y 12 grados los vinos con crianza en barrica de madera.
Lo habitual es meter la botella en el frigorífico, de esto hablaremos después, al volver del supermercado y abrirla cuando te apetezca. Sin embargo, es mucho más recomendable enfriar la botella, de dos a cuatro horas antes de servir el vino, colocándola siempre en la puerta o en la zona menos fría. Así, conseguirás que sea más sencillo apreciar todos sus aromas y su textura. Para evitar los cambios de temperatura, usa una cubitera para ir depositando la botella tras servir las copas.
¿Dónde conservar la botella?
Comentábamos antes que lo habitual es usar el frigorífico, pero lamentamos indicarte que la cocina es el lugar menos recomendable, debido a las alteraciones de temperatura, los olores y las fuentes de calor que inciden en el sabor final del vino.
Si no tienes demasiado espacio, intenta crear una parte específica para el vino en tu nevera. En el caso de disponer de alguna habitación amplia donde no dé el sol, mejor que uses un botellero tradicional para ir enfriando el vino a medida que lo necesites. La alternativa más recomendable es usar una vinoteca para seleccionar la temperatura correcta y mantener alejadas tus botellas de la cocina.
¿Influye el tipo de uva en la conservación del vino?
Sí. Los vinos jóvenes o los gallegos, en general, son de consumo habitual, por lo que puedes seguir los consejos anteriores. De tener algún vino tipo Sancerre o Chablis, puedes conservar la botella hasta 15 años después de su compra. Lo mismo ocurre con los dulces o con el Riesling. En todos estos casos, la uva y la acidez van cambiando a medida que pasa el tiempo. Con una temperatura de entre 10 o 14 grados es suficiente. ¿Entiendes ahora por qué es aconsejable almacenar el vino en una zona específica en lugar de en tu nevera?
¿Hay algún accesorio que te ayude a conservar mejor el vino blanco?
Aparte de los botelleros de madera o las vinotecas, una bomba de vacío es imprescindible. Se encarga de extraer el aire que haya entrado en la botella tras su apertura. Por su módico precio y su sencillez de uso, deberías adquirir una para tenerla siempre a mano.
De ti depende poner en práctica todo lo anterior y comenzar a conservar, y a degustar, el vino blanco tal y como te mereces. Como has comprobado, solo debes prestar un poco de atención a los factores más importantes para conseguir el éxito. Seguro que la próxima vez que te sirvas una copa notas la diferencia desde el primer sorbo.